La Secretaría de Ambiente realizó censos de campo junto al Proyecto Macá Tobiano

Durante los días 22, 23 y 24 de octubre, un equipo conformado por Patrick Buchanan del Proyecto Macá Tobiano y el referente de educación ambiental de la Secretaría de Ambiente, Pablo Hernández, censaron las lagunas más importantes para la población de tobianos en la meseta del lago Buenos Aires. Cabe destacar que los “macaes” aún se encuentran en la etapa migratoria, viajando desde las costas santacruceñas donde pasan el invierno, más precisamente de los estuarios de los ríos Coyle, Gallegos y Santa Cruz.

Se logró contabilizar un total de 23 individuos dispersos en 2 lagunas históricas para la especie, donde se espera que con el correr de los días lleguen más individuos y si las condiciones ambientales son óptimas, logren formar una colonia reproductiva.

El panorama es bastante alentador para ésta temporada ya que las lagunas se encuentran con agua y algunas, en el norte de la meseta, aún están congeladas, a diferencia de años atrás que las escasas precipitaciones invernales, sumado a los fuertes vientos, secaron lagunas por completo, en un contexto de cambio climático preocupante. Hernández enfatizó en la importancia de entender a la meseta como un gran ecosistema, similar a una gran esponja que capta las precipitaciones del invierno, para luego, durante la primavera y verano ir liberando el agua en forma de ríos que alimentan a estancias y pueblos productivos como Los Antiguos y Perito Moreno.

Así, el Macá Tobiano, que ya es bandera de la conservación, se ha transformado en una especie “paraguas”, es decir, que al proteger los ambientes del tobiano, se protegen otros recursos naturales (como nacientes de agua, pastizales nativos) y culturales, muy importantes para nuestra identidad y desarrollo de las actividades productivas.

“Poder observar a los tobianos haciendo sus despliegues nupciales (danzas que realizan para encontrar su pareja) son momentos únicos que quedan grabados en la memoria, y más cuando se trata de una especie que podría desaparecer”, destacó. Por su parte, Patrick, coordina el Programa de Perros Rastreadores de visón norteamericano.

El visón, es una especie introducida en la década del 50 para la industria peletera y como esto no funcionó, fueron liberados causando estragos en toda la Patagonia. Es por ello que ahora se suma al equipo, “Hobbes”, un perro labrador cuya función es encontrar visones con el fin de disminuir su impacto en la población de tobianos.

Sumado a ello, se está esperando en los próximos días el arribo de voluntarios para el proyecto. Desde el proyecto informaron que cada vez la selección de voluntarios se hace más difícil, ya que aplica muchísima gente con gran experiencia, de todas partes del mundo. Este año, de un total de 120 postulantes, participarán 31 voluntarios de Bolivia, Chile, Estados Unidos, Bélgica, Paraguay, Los Antiguos, Río Gallegos, Buenos Aires, Misiones, entre otros, quienes tendrán que afrontar las inclemencias climáticas de las mesetas, para realizar todos los trabajos de campo que se vienen desarrollando durante ya casi 10 años consecutivos de trabajo del Proyecto Macá Tobiano, conformado por las ONG´s Aves Argentinas y la local Ambiente Sur.