Educación ambiental en Bajo Caracoles
Desde la Secretaría de Estado de Ambiente Pablo Hernández, destacó el entusiasmo y la capacidad de los niños para aprender, como así también, el esfuerzo que hacen los padres, sus maestras Gloria y Carolina, el portero Bautista, y todos los que colaboran en la escuela para acompañar el desarrollo de los chicos.
Bajo Caracoles, es un paraje de unas pocas manzanas ubicado sobre la conocida ruta Nacional Nº 40, al noroeste de la Provincia de Santa Cruz. En este histórico lugar, se encuentra la escuela rural N° 48. El funcionamiento de la institución es muy particular, concurren cerca de 12 niños y niñas de distintas edades, residentes en una estancia ubicada a unos 40 km del paraje.
En repetidas ocasiones, el clima, los caminos y las distancias, impiden que los niños lleguen a tomar clases. Las maestras suelen adaptar las clases para que todos alcancen los niveles de aprendizaje esperados. Por ello resulta imprescindible entender el contexto de estos niños, adaptando lo planificado a sus necesidades reales, aportando valores y experiencias de aprendizaje a su vida cotidiana.
La propuesta de la Secretaría que depende de la cartera de Salud y Ambiente, consistió en actividades para el reconocimiento de la fauna nativa, estudiando la biología de las aves para luego poder identificarlas con la ayuda de una guía. A su vez, realizaron juegos de cooperación y trabajo en equipo con el fin de afianzar valores que serán de gran importancia para las salidas de campo programadas.
En ese sentido, se espera realizar salidas de observación de aves a lugares cercanos al paraje, por lo que se está trabajando en conseguir transporte y equipamiento de camping para que los niños puedan tener una verdadera experiencia de campamento en la naturaleza.
Finalmente, se ha planificado una visita a la estancia 9 de Julio, donde funciona la “Estación Biológica Juan Mazar Barnett”, gestionada por la ONG Aves Argentinas, como base de operaciones del Proyecto Macá Tobiano. Si las condiciones climáticas lo permiten, se ha contemplado la posibilidad de subir a la meseta del Lago Buenos Aires en busca del Macá Tobiano, acompañados de los expertos que trabajan todos los años en la conservación de la especie.