Semana Mundial del Parto y Nacimiento Respetado

A principios del siglo pasado y con el objeto de lograr una disminución en los índices de mortalidad infantil, los partos comenzaron a ser practicados en los hospitales; este fue el momento en el cual, la mujer fue alejada del parto natural.

En 1985, la Organización Mundial de la Salud (OMS), dejó bien en claro que el embarazo, no es una enfermedad, promoviendo el libre derecho de las personas a poder elegir cómo, con quién y donde parir, recibiendo a la vez, información relevante en forma completa y suficiente para que pueda tomar decisiones informadas, obteniendo una atención perinatal no invasiva, sin intervenciones innecesarias y respetando los procesos fisiológicos.

Todas las personas tienen garantizado el derecho a un trato digno y respetuoso, a la intimidad, en definitiva, a poder planificar el parto. La mujer, al lograr obtener información previa sobre cómo evoluciona el embarazo, permite a la familia decidir cómo parir.

El Parto Respetado tiene como objetivo, vivir un parto natural, en el que se respete los tiempos biológicos y psicológicos, empoderando la faceta emocional de la madre a favor del bebé y respetando las pautas socio-culturales de la mujer, garantizando la expresión de las emociones de ellas durante el parto.